Después de unos cinco minutos rondando por el piso, nos llamaron para que nos sentásemos. Al ser un piso sin ningún tipo de mobiliario, algunos accedimos a sentarnos en el suelo y otros permanecieron apoyados en la pared. De repente delante de nosotros habÃa un hombre, y procedimos a escuchar lo que nos tenÃa que contar.
Nos habló de la Fundación Yehudi Menuhin, una organización que desarrolla programas de educación para la integración social de jóvenes desfavorecidos a través de las artes, ya sea la danza, el drama, la música, etc. Esta fundación está basada en los ideales de Yehudi Menuhin, que fue un prestigioso violinista y director de orquesta, considerado como uno de los mejores músicos del siglo XX. Él siempre dejó claro que las personas iban por delante de las leyes, siendo el ser humano la prioridad y la medida de todas las cosas. Inició un programa pedagógico denominado Proyecto MUS-E®, el cual se desarrolla a través de esta Fundación, que sigue los pasos de Yehudi, la mejora del trato mutuo, reduciendo la discriminación y promoviendo la tolerancia y el respeto.
Después de que nos explicase su rol en el proyecto, sacó una cartulina blanca enorme y la puso en el suelo. Nos dijo lo siguiente:
"Sacad una cera Plastidecor y un sacapuntas de esta caja que tengo aquà y esparcid virutas por esta cartulina. El color que elijáis tendrá que reflejar algo que signifique para vosotros."
Asà hicimos. El primero que salió voluntario escogió el rojo porque en aquel momento sentÃa vergüenza de ser el primero en echar valor para salir a participar en este "gesto". Seguido de él, poco a poco fue animándose más gente, hasta que dejamos la cartulina repleta de virutas de cera de distintos colores. Colocamos unos papeles encima de la cartulina y pasamos por ella una plancha, de manera que las virutas se quedasen pegadas y formaran un dibujo que simbolizase un valor humano. Realmente solo quedó un garabato. Entre todos decidimos que reflejaba el compañerismo entre los demas.
Una vez finalizada la actividad, nos despedimos del miembro de la Fundación y volvimos al colegio para seguir impartiendo clase con naturalidad. Pero relacionado con el garabato que formamos sobre la cartulina me fijé en otra cosa (de la cual me arrepiento de haber callado en su momento). El dibujo parecÃa un ángel. HabÃamos formado un ángel a partir de nuestros sueños, convicciones, voluntades y valores.
Miguel Blanchart