Los alumnos de 2ºA de Bachillerato, perteneciente al itinerario científico-tecnológico que ofrece el Colegio Menesiano, realizamos una visita al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, ubicado en Torrejón de Ardoz, para conocer de primera mano el trabajo realizado por científicos e ingenieros, en centros tecnológicos y experimentales. El INTA ofrece conocimientos y servicios de investigación, desarrollo tecnológico en el campo de la aeronáutica, el espacio y todas sus tecnologías asociadas. Realiza labores de experimentación, investigación, certificación y ensayo en materiales, componentes, equipos, sistemas, actuando como laboratorio, centro tecnológico y servicio técnico para numerosos organismos públicos y empresas nacionales e internacionales.
Al llegar al centro de investigación fuimos recibidos por un investigador del mismo, el cual no expuso un video introductorio, seguido de unos comentarios sobre la historia del INTA, y el día a día de los investigadores que allí participan en los diversos programas y proyecto de I+D+i, y en la verificación y certificación de objetos tecnológicos-industriales. Esta charla sirvió de base para que recibiéramos y conociéramos las posibilidades educativas y profesionales, asociadas a nuestro itinerario científico-tecnológico que desarrollamos en el Colegio. Finalmente, tras este coloquio procedimos a visitar las instalaciones del centro acompañados por nuestro tutor Alfonso Gutiérrez y por diversos profesionales del INTA.
Los alumnos nos dividimos en dos grupos para realizar la visita a las "Instalaciones Fotovoltaicas y de Energías Renovables” donde fuimos recibidos por José Luis Sanz. En estas instalaciones se realizan ensayos, desarrollo de componentes y sistemas basados en energías renovables, hidrógeno y pilas de combustible. Tienen especial dedicación la energía solar térmica, los estudios de viabilidad técnica y económica de proyectos eólicos y fotovoltaicos, las tecnologías de producción, almacenamiento y utilización de hidrógeno, la investigación, desarrollo y aplicación en pilas de combustible.
Ambos grupos visitamos en primer lugar las instalaciones relacionadas con la investigación en energías solar donde nos contaron de primera mano los diferentes métodos de explotación de la Energía Solar Fotovoltaica: sistema de aprovechamiento mixto con almacenamiento en acumuladores e inyección directa en red eléctrica. En segundo lugar visitamos el laboratorio de Pila de Combustible, donde pudimos comprobar una de las tecnologías más punteras que se investigan en la actualidad y que dentro de un periodo de tiempo corto, podría suponer un cambio en el uso energético de diferentes recursos como fuente de energía (combustible). En dicho laboratorio, pudimos observar el funcionamiento de esta tecnología y conocer los fundamentos científicos y tecnológicos en los que se basa.
Posteriormente, y tras volvernos a juntar todos los compañeros, nos dirigimos al Banco de Desarrollo de Turborreactores, gran instalación para la realización de ensayos de motores a reacción, tanto civil como militar. Es un centro de investigación y desarrollo aeronáutico y fue diseñado para ser capaz de realizar ensayos de reactores de diferentes tamaños, desde motores con postcombustión hasta enormes turborreactores de 140.000 libras de empuje. El objetivo es prestar servicios tecnológicos avanzados a la industria y satisfacer las necesidades de I+D del sector aeronáutico. Es uno de los más grandes del mundo, ocupa una superficie de 13.000 metros cuadrados y dispone de una celda de 115 x 15 x 15 metros. Permite un consumo de combustible durante los ensayos de hasta 47.000 litros/hora.
En este centro fuimos recibidos por Adriano Coronel, director del mismo, y tuvimos la suerte de poder visitar el propio banco de prueba por dentro, y contemplar la magnitud de un reactor de avión comercial. Conocimos de cerca, los problemas que pueden afectar a los reactores, y la importancia de la experimentación de elementos aeronáuticos (turborreactores) para la seguridad y para el correcto funcionamiento de una aeronave comercial. Recorrimos toda la instalación, pudiendo conocer como es el desarrollo de las pruebas que allí se llevan a cabo, como las de estrés a las que se someten estos aparatos.
Finalmente, vistamos el Laboratorio de Ensayo de Aviones No Tripulados, y de técnicas y desarrollos aeroespaciales (nano satélites y mini satélites). El INTA desarrolla un amplio programa de aviones no tripulados, destacando:
SIVA: Avión de vigilancia aérea y observación.
ALO: Avión de vigilancia aérea y observación para adquisición de imágenes aéreas.
ALBA y DIANA: Son un blanco aéreo.
MILANO: Es un sistema estratégico de vigilancia y observación enlazado vía satélite. Tiene una autonomía superior a 20 horas y pueden operar a altitudes de hasta 26.000 pies.
Allí pudimos conocer el amplio programa de investigación para el desarrollo de las tecnologías necesarias que permitan el diseño y construcción de una amplia gama de aviones no tripulados y la propia construcción de éstas aeronaves. En la misma instalación pudimos acercarnos a contemplar una lanzadera de cohetes, donde comprobamos muchas de las piezas que representamos y conocemos gracias a asignaturas de nuestro itinerario como, Dibujo Técnico o Tecnología.
Agradecer a todo el personal del INTA, su trato cercano en todo momento, y la disponibilidad para solucionar cualquier duda que nos surgió, especialmente a José Luis Sanz y Adriano Coronel, padres de alumnos de nuestro colegio, que nos acercaron, a través de sus detalladas explicaciones, al trabajo que realiza diariamente un ingeniero en un centro tecnológico de alto nivel de desarrollo, y pionero a nivel internacional, como es el INTA.
Por último, decir, que la visita al INTA supuso conocer y adquirir una valiosa visión de lo que es la ciencia, la tecnología, y sobre despertando nuestro interés y motivación por aprender cada día cosas nuevas. Fue una visita muy gratificante e interesante, a la vez que dinámica, ya que pudimos comentar con nuestro tutor numerosas curiosidades que pudimos observar durante la visita a los diferentes laboratorios e instalaciones del centro tecnológico, lo cual nos sirvió a muchos de nosotros, esclarecer nuestro futuro universitario.
Fue una experiencia grata y enriquecedora, sorprendida por la magnitud de actividades e instalaciones y el conocimiento científico y tecnológico en cada lugar visitado. Personalmente se despiertan unas inquietudes que proporcionan una visión más específica, que te orientará en el grado a escoger, y en un futuro, a elegir en el mundo laboral.
Alfonso Sánchez y Claudia Sanz
Energías Renovables
Se realizan ensayos, desarrollo de componentes y sistemas basados en energías renovables, hidrógeno y pilas de combustible. Tienen especial dedicación la energía solar térmica, los estudios de viabilidad técnica y económica de proyectos eólicos y fotovoltaicos, las tecnologías de producción, almacenamiento y utilización de hidrógeno, la investigación, desarrollo y aplicación en pilas de combustible.
Banco de desarrollo de Turborreactores.
El INTA cuenta con una gran instalación para la realización de ensayos de motores a reacción, tanto civil como militar. Es un centro de investigación y desarrollo aeronáutico y fue diseñado para ser capaz de realizar ensayos de reactores de diferentes tamaños, desde motores con postcombustión hasta enormes turborreactores de 140.000 libras de empuje. El objetivo es prestar servicios tecnológicos avanzados a la industria y satisfacer las necesidades de I+D del sector aeronáutico.
Es uno de los más grandes del mundo, ocupa una superficie de 13.000 metros cuadrados y dispone de una celda de 115 x 15 x 15 metros. Permite un consumo de combustible durante los ensayos de hasta 47.000 litros/hora.
Aviones no tripulados.
El INTA desarrolla un amplio programa de aviones no tripulados, destacando:
· SIVA: Avión de vigilancia aérea y observación.
· ALO: Avión de vigilancia aérea y observación para adquisición de imágenes aéreas.
· ALBA y DIANA: Son un blanco aéreo.
· MILANO: Es un sistema estratégico de vigilancia y observación enlazado vía satélite. Tiene una autonomía superior a 20 horas y pueden operar a altitudes de hasta 26.000 pies.