Fue un dÃa genial, rodeados de naturaleza, respirando aire puro, pero sobre todo aprendiendo muchas cosas de los animales.
Los niños volvieron emocionados, lo primero por el viaje en autobús, ¡toda una experiencia! Pero también por haber conocido a un montón de animales como: cerdos, ovejas, gallinas, cabras, conejos, burros… ¡Las avestruces fueron la sensación!
No sólo vieron a los animales, también tuvieron la oportunidad de ayudar como auténticos granjeros ordeñando a una cabra y haciendo mantequilla. Aprendieron a montar en caballo como los caballeros de la época medieval que están conociendo en clase y se convirtieron en pasteleros, ¡como el pastelero P!. Con sus manitas amasaron ricas galletas que llevaron a casa.
En definitiva, una experiencia inolvidable que tanto los niños como los "profes" disfrutamos al máximo.